sábado, 30 de enero de 2010


Nuestra grandeza es la suma de todos nuestros valores y principios, elevados a la máxima de dar, compartir y de sentirte parte de un todo: un sujeto social activo

La telenovela como fenómeno social

Por: Beatriz González Rubín
La telenovela, especialmente en “países del tercer mundo” se ha utilizado como un medio capaz de mandar mensajes de desarrollo social, para sugerir y fomentar cambios de actitudes, de autoayuda y de superación.
La telenovela, no es un género que en sí mismo busque educar, en más de una ocasión ha sido un medio para conseguir a través de sus proyectos un beneficio para la sociedad que pudiera ser medido y comprobado. Realizadores cómo Irene y Miguel Sabido se dieron a la tarea de hacer producciones que promovieran y reforzaran valores, Ven conmigo motivó a cientos de personas a terminar la escuela primaria, Acompáñame trató el tema de planificación familiar desatanizando la problemática, Vamos Juntos habló de paternidad responsable, Caminemos abordo la educación integral de los adolescentes y Los hijos de nadie que se realizó a petición de la UNICEF enfrentó la terrible situación de los niños de la calle.
La telenovela de corte social, ha perdido fuerza los últimos años en nuestro país a diferencia de algunos lugares de América Latina, pero es un hecho que la telenovela sigue siendo un género que es seguido tarde a
tarde por miles de espectadores que esperan ansiosos conocer el desenlace de sus protagonistas, entonces, porque no utilizar este medio
para transmitir mensaje de desarrollo que pueden ser sumamente útiles para la sociedad y para nuestro pueblo.
La televisión nunca ha estado peleada con el desarrollo a pesar de que cientos de personas niegan su capacidad de transmitir mensajes positivos. Humberto Eco utiliza el término “integrado” en su obra Apocalípticos e Integrados, en donde un integrado es aquella persona que defiende a la televisión como medio de comunicación y entretenimiento, por el contrario un apocalíptico la rechaza por banal y promover la violencia. Por lo tanto, la presente autora se manifiesta como una integrada y fiel creyente de que la televisión y en este caso la telenovela, es capaz de aportar elementos positivos a una sociedad necesitada de esperanza.
El Capital Social es el recurso intangible de mayor valor de una comunidad o sociedad en general, ya que sirve de palanca para el desarrollo de otras formas de capital: como el económico o el político, y éstos a la vez, estimulan el desarrollo social, político y cultural de dicha sociedad mediante la cohesión social, la solidaridad, el compromiso social, el respeto por las normas de convivencia y la búsqueda del bien común por encima del particular.

El Capital Social, como explica Kliksberg (2.000), es un activo intangible que se manifiesta en la capacidad de confianza, valores cívico y asociatividad que puede lograr la sociedad. Sin embargo, por ser el Capital Social una expresión de la cultura, sus acciones están sujetas a los valores y principios adoptados por la misma y reforzados, directa e indirectamente, por los diferentes medios de comunicación masiva, particularmente la televisión y en ella, la telenovela.


En Venezuela y en especial, en las comunidades pobres, la telenovela tiene una destacada importancia, no sólo por ser el principal medio de entretenimiento, sino por la generación de estereotipos, su capacidad disuasiva, el establecimiento de patrones de conductas o la sensibilización de las masas hacia determinados problemas sociales, hasta el punto en que destacadas instituciones, como refiere Gonzales (2.008) como la UNICEF, se apoyen en la telenovela para afianzar programas de interes social.


La Telenovela es más que un medio de entretenimiento, es una herramienta comunicacional con una extraordinaria capacidad disuasiva sobre las masas, por ello, muchos actores sociales, entre ellos, Juan Pablo II la cuestionó, culpandola de atentar contra la familia al promover, según él, la promuscuidad, las relaciones libres y la ridiculización del matrimonio.


Como se puede apreciar, la Telenovela genera opiniones enfrentadas, entre quienes afirman que es una magnífica herramienta para educar a la sociedad mediante mensajes directos e indirectos, y quienes ven en ella todo un compendio de elementos nocivos para la sociedad en general, quizás por ser parte de la industria cultural y ésta, expresión genuina de la sociedad capitalista, con sus valores y principios, y con un mercado que sólo busca melodramas de alto rating sin importar el contenido programático de los mismos y sus repercusiones en la sociedad, por esto, surgen dudas sobre si realmente las telenovelas pueden ayudar a fortalecer el capital social o por lo contrario, debilitarlo. Lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta cual es la relación entre la telenovela y el capital social. He aquí una buena razón para emprender un estudio detallado de las variables fundamentales, tanto del capital social como de las telenovelas, a fin de entender éste complejo fenómeno social y con esto, buscar las formas de contribuir en el desarrollo de la sociedad.


Edixon errera